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Andréi Tarkovsky

Los jóvenes deben aprender a estar solos

El no saber estar solo es uno de los síntomas más desafortunados que un famoso cineasta ruso percibía entre la juventud


La revista Faena Aleph nos presenta una interesante reflexión de Andréi Tarkovsky, un cineasta ruso de los más importantes de la historia de ese país. Andréi Tarkovsky fue un director de cine, actor y escritor soviético. Se lo reconoce como uno de los más importantes e influyentes autores del cine ruso en tiempos de la Unión Soviética y uno de los más grandes de la historia del cine.

Las películas de este importante representante del cine ruso, son intensamente íntimas, siempre hermosas en cada fotograma; y es por eso por lo que es considerado como un poeta del cine.

 

La soledad es tal vez el ejercicio más natural a nuestro alcance. Es ahí cuando logramos cultivar algunos de los estados más nutritivos para la mente y el espíritu, cuando experimentamos las más sustanciosas tormentas y la más reconfortante quietud.

 

Practicada sanamente la soledad es un vehículo exquisito. Nuestro diálogo interno adquiere tintes particulares y nos vemos obligados a confrontarnos con nosotros mismos, nos auto-revelamos sin intermediarios. Sin embargo, en muchos contextos se menosprecia, se sospecha de ella o inclusive se le teme; se evita a toda costa y se asocia con la derrota social o el aburrimiento. Y esta aversión cultural por la soledad termina por privar a millones de personas de aprovechar, y disfrutar, las bondades que solo ella provee.

 

En una entrevista con Tarkovsky se le preguntó ¿Qué le gustaría decirle a los jóvenes? mientras el director se veía plácidamente posado sobre un árbol. A lo que el cineasta ruso, cuya obra por cierto destacó por comulgar con elementos como la pausa, el silencio y la soledad, responde que su principal consejo sería el aprender a cultivar la soledad:

 

"No sé, creo que solo me gustaría decirles que aprendan a estar solos y procuren pasar el mayor tiempo posible consigo mismos. Me parece que una de las fallas entre los jóvenes es que intentan reunirse alrededor de eventos que son ruidosos, casi agresivos. En mi opinión, este deseo de reunirse para no sentirse solos es un síntoma desafortunado. Cada persona necesita aprender desde la infancia cómo pasar tiempo con uno mismo. Eso no significa que uno deba ser solitario, sino que no debiera aburrirse consigo mismo porque la gente que se aburre en su propia compañía me parece que está en peligro en lo que a autoestima se refiere." Respondió Tarkovsky.

 

Aprender a estar solo trae muchos beneficios, de partida tomamos más consciencia del contenido de nuestra mente, de nuestro diálogo interno, de nuestras inquietudes, de nuestros deseos y de muchas cosas que no podríamos descubrir si estuviéramos constantemente rodeados de un ininterrumpido ruido del mundo externo. El cultivo de la relación con uno mismo es algo que tendemos a dejar de lado, pero si elegimos darle prioridad en nuestra vida veremos cómo está se enriquece tremendamente.

 

Fuente: http://elvasomediolleno.guru/