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Un portátil por niño

OLPC busca reducir la brecha digital de los países en vías de desarrollo

La etiqueta del precio hace que, en muchas ocasiones, las nuevas tecnologías no resulten del todo 100% accesibles. Ordenadores, tabletas... lo último de lo último en el ámbito tecnológico no se deja alcanzar por todos. Esta brecha digital se acentúa si, en lugar de hacer referencia a los bolsillos de los países desarrollados, hablamos de aquellos que se encuentran en vías de desarrollo.

Para romper esta brecha, para mejorar la educación de los niños de estas zonas, se presentó en Suiza, en el año 2005, el proyecto educativo One Laptop per Child (OLPC) de la mano de Nicholas Negroponte. Su objetivo es aumentar las posibilidades educativas de los niños desfavorecidos, involucrándoles en su proceso didáctico a través del uso de un ordenador portátil.

En concreto, la iniciativa promueve la creación de laptops con unas características específicas: bajo consumo, resistente y con conectividad automática, aspectos a los que se le suma el hecho de que su precio no debiera superar los 100 dólares. Así, estos ordenadores son vendidos directamente a gobiernos y grandes entidades quienes los distribuyen de manera gratuita entre la población infantil.

A los dos años de su puesta en marcha, a finales de 2007, OLPC comenzó a comercializar en Estados Unidos el primero de estos equipos: el portátil OLPC XO, conocido coloquialmente como "el portátil de 100 dólares". Ahora, un lustro más tarde, el Consumer Electronic Show (CES), el gran Salón especializado en Electrónica de Consumo celebrado de manera anual en Las Vegas, ha sido el lugar elegido para presentar la tercera generación: OLPC XO 3.0.

El laptop deja ahora paso a una tableta digital, con pantalla LCD de 8 pulgadas, un cargador de manivela por dinamo y un panel solar para extender su autonomía. Un paso más a nivel tecnológico pero que sigue manteniendo su objetivo inicial: que la etiqueta del precio no sea el problema.