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Cuando la innovación no va en contra del empleo

300 empleados forman la plantilla de la nueva tienda de Apple en Barcelona, donde el cliente se cobra a sí mismo

Estamos acostumbrados a ver cómo ciertos avances tecnológicos implantados en fábricas, negocios y tiendas, pueden poner en peligro la supervivencia de algunos puestos de trabajo. La conocida frase "lo que pueda hacer una máquina, que no lo haga una persona" ha supuesto que muchos perfiles laborales desparezcan.

Sin embargo, la clave está en saber entender el verdadero progreso que esto supone. Puede desaparecer un tipo de ocupación pero no necesariamente un puesto de trabajo. Puede que una máquina libere a una persona de un trabajo mecánico y rutinario, para permitir que ésta realice tareas solo desempeñables por una persona. El verdadero avance supone crecer en esa visión empresarial.

Y un claro ejemplo de esta filosofía empresarial es la nueva tienda de Apple abierta en Barcelona.

Siendo la más grande del sur de Europa y una de las más grandes del mundo, apuesta por un revolucionario sistema de pagos ‘Easy Pay', una nueva aplicación de pago que permite al cliente pasar el producto a través de un lector de código de barras e introducir sus datos de cuenta en Apple a través de un iPhone o un iPad. El sistema factura directamente a la tarjeta de crédito asociada a la cuenta del cliente.

Podría pensarse que este nuevo método de cobro reduciría el número de puestos de trabajo de la tienda, pero los 300 empleados ocupados en ella desmontan esa idea. Lo que se pretende es que, de esta forma, el personal empleado en la tienda no gaste su tiempo en cobrar a los clientes y pueda ocuparse en lo verdaderamente importante: informar, atender y formar a todos aquellos que se acerquen al establecimiento.