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La sonrisa de los niños españoles eclipsa a la crisis

¿Se puede ser feliz cuando las cosas no van bien? El dinero no da la felicidad, pero uno puede sentirse feliz o al menos satisfecho cuando está bien rodeado. Así lo sienten los niños españoles. España está en una de las peores posiciones en la clasificación de bienestar infantil de países ricos realizado por Unicef, pero cuando se pregunta a los pequeños dicen sentir satisfacción con su vida.

La situación económica ha convertido a España en uno de los países con las tasas más altas de pobreza infantil de los países desarrollados. Pero la cifra contrasta con la visión de los niños sobre su realidad: los chavales españoles son los terceros más satisfechos. ¿Cómo se explica esta paradoja?

En España, las relaciones de los niños entre ellos y con su entorno, el sistema escolar y la familia han logrado en esos años amortiguar el golpe de la situación económica hacia los más pequeños, que se han sentido felices con su vida.

Las relaciones sociales en este país son más estrechas. Las familias españolas se esfuerzan por mantener una red social, lo que hace que los niños estén más contentos a pesar de que su ambiente sea más precario. A juicio de este experto, estas razones han contribuido a que los chavales españoles sean los más felices de entre los países desarrollados.

Podemos sacar en claro una cosa, que aunque estemos pasando por una mala situación esto no impide que seamos felices, tomando como ejemplo la actitud de los niños españoles.