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La importancia de las madres

Nuestra madre es, sin lugar a dudas, el ser más importante de nuestra vida son las responsables de cuidarnos todos los días, de alimentarnos, de levantarse por las noches para ver si estamos bien, nuestra madre es el primer objeto de amor. De ella depende nuestra futura salud psíquica. Toda madre tiene con sus hijos una conexión que va más allá de todo, que es inexplicable superando lo racional. La sola presencia de la madre basta para que el pequeño se calme. Es quien le brinda la contención de saber que no hay porque preocuparse.

Todos contamos con distintos vínculos y relaciones a lo largo de la vida, pero el único incondicional es el de la madre.

Por eso, cuando decimos que madre hay una sola no referimos al número sino a la función que ella cumple en nuestra vida, sin importar si mamá es biológica o adoptiva, su amor, es lo más importante para nosotros.

El primer domingo de mayo se celebra en más de 40 países el esperado Día de la Madre. Una fiesta que tiene sus orígenes en la Grecia Antigua y que con el tiempo ha ido ganando terreno, situándose por encima de otras festividades.

Pero más allá de las cifras, análisis y profundas reflexiones, nadie puede negar que, como dice el dicho célebre, "madre hay una sola" y que es ella quien mantiene el hogar como tal, lleno de afecto, delicadeza, ternura y cuidado.

Ella también es a quien primero acudimos cuando tenemos un problema. Es la única que, sin preguntarnos, sabe qué nos pasa y, aunque nos enojemos, nos entrega su apoyo incondicional. Y es ella, por último, quien estará siempre al lado nuestro para recibirnos una y otra vez por más errores que cometamos.

Por eso, este domingo, más que una flor, más que un perfume y más que cualquier regalo material, nuestras madres merecen que les demostremos cuánto las queremos y hacerlas sentir lo que realmente son: lo más importante de nuestras vidas.

El día de la madre tiene un propósito, homenajear a las madres. Una madre representa el comienzo de la vida, la protección, la esperanza y la alegría, ser madre es algo tan valioso, tan importante, tan hermoso y tan necesario que debe ser una fiesta ensalzada al máximo exponente, otorgándole la importancia que se merece.

El Día de la Madre es una celebración que se vive con más intensidad cuando se es consciente de lo que representa, lo que ofrece una madre no tiene precio. Para conmemorar este feliz día, no se trata de grandes detalles, lo que cuenta es el simbolismo y el amor que se procesa.