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Destino espiritual, Camino de Santiago

¿Cansado del trabajo? ¿Harto de la rutina? Sí, definitivamente necesitas un viaje. Pero cuidado, no cualquier tipo de viaje. Es cierto que unas buenas playas de aguas cristalinas o un poco de turismo natural te haría muy bien, pero no son las únicas opciones que tienes.

El turismo espiritual (un poco más lejos que el turismo religioso) puede ser la clave para reencontrarte contigo mismo. Lo que necesitas es recordar el valor de la vida, dejar de lado lo material y darte la oportunidad de ser invadido por lo espiritual. Olvídate del encanto de París, la belleza de las playas del Caribe o la arquitectura de Nueva York y apuesta por lo espiritual.

El Camino de Santiago es declarado como Patrimonio de la Humanidad, es una hermosura paisajística que te permite conocer varios destinos de una sola vez. Pero más que nada es un viaje de encuentro contigo mismo en sentido pleno. Conocer peregrinos, visitar iglesias y respirar la campiña franco/española sin duda te traerá paz. Solamente tu estado físico y tu fe pueden llevarte. ¿Estás preparado?

Son numerosas las causas por las que la gente hace el Camino: Religión, promesas, cultura, turismo, desprendimiento de uno mismo, etc. Pero todas ellas llevan a un mismo fin: La visita a la Catedral y el abrazo al Apóstol. La gente termina el Camino con unas ideas totalmente diferentes a las que tenía cuando lo empezó. Pues el Camino es una escuela para la vida: se aprenden valores de amistad, de lo poco que necesitamos para salir adelante, se aprende a compartir, el valor del sacrificio, a escuchar a los demás y a uno mismo, se siente una fuerza interior que te empuja a salir adelante.

Si estas buscando una forma diferente de recorrer España, si necesitas desconectar del mundanal ruido y quieres realizar una cura de descanso apuesta por el Camino de Santiago.