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Somos lo que comemos

Sí, lo sabemos, es una afirmación muy atrevida pero es cierta por completo. Nuestra salud mental y física están condicionadas por la cantidad de hidratos de carbono, proteínas, azúcares, calorías....la lista de todo lo que ingerimos nos marcan una pauta a la hora de sentirnos bien o sentirnos mal. Esos terribles dolores de cabeza o simplemente dormir mal están determinados por una mala alimentación.

Hoy en Piquio.com te mostramos algunos hábitos que debes desechar si deseas realmente cuidarte.

"Antes de asegurar que la dieta no ha funcionado, debemos tener en cuenta algunos factores psicológicos, genéticos, de estilo de vida, incluso ambientales y sociales... ya que éstos influyen a la hora de marcar un objetivo de pérdida de peso", destaca la dietista-nutricionista Isabel Pérez Hernández (experta en educación y comunicación nutricional).

"De hecho, sería importante conocer qué tipo de dieta o plan se ha seguido y si tiene algún fundamento. Para garantizar resultados reales, adecuados y saludables es muy importante que la dieta sea lo más personalizada posible y esté elaborada por un profesional", continúa.

Dejarse llevar por la impaciencia.

"La impaciencia a la hora de obtener resultados suele ser el motivo principal por el que se tiende al abandono de la dieta. Los resultados no son inmediatos, requieren su tiempo, y es importante ser consciente de esto desde el primer momento para no tirar la toalla".

Creer que saltarse una o varias comidas al día, como la cena o el desayuno, te ayudará a perder peso.

"Lo cierto es que actuando de este modo podemos conseguir justo el efecto contrario. Lo recomendable para conseguir una pérdida de peso adecuada será realizar cinco comidas, en sus proporciones adecuadas, distribuidas a lo largo del día. De esta manera el organismo percibirá un suministro de energía constante, que evitará la retención de reservas y, por tanto, facilitará la liberación de energía y así la pérdida de peso".

Lee 8 formas de acelerar el metabolismo para quemar más | Qué comer en el desayuno si queremos perder peso.

Dejarse llevar por las dietas de moda.

El error más grave de todos que, por obvio que parezca, también resulta ser el más recurrente. "Estos métodos que prometen resultados milagrosos generalmente tienen un fin lucrativo, ponen en riesgo la salud (especialmente en ciertas edades) y el efecto nunca es el esperado, ya que suelen ir acompañados del efecto rebote".

Comer solos y deprisa.

"Hay que comer de manera tranquila, pausada y preferiblemente en compañía, de momento que sea un momento agradable del día. Conseguiremos así, además de disfrutar del momento, una mejor digestión y que la señal de saciedad llegue en el momento adecuado, evitando así ingerir comida en exceso". Lee Las 7 reglas de oro para comer sano

Prohibir el consumo de ciertos alimentos.

"Para conseguir adelgazar con éxito no se debe prohibir ningún alimento, ni siquiera de los más calóricos. Esto provoca en la mayoría de ocasiones un mayor deseo de tomarlos. Aumenta además la ansiedad de la persona, que sólo deseará que llegue el momento de finalizar su dieta para pon fin tomar esos caprichos tan deseados. Esto suele desencadenar en un ‘efecto rebote' con el que se recupera, generalmente, más peso del que se había perdido".

Confiar en las etiquetas tipo ‘Sin azúcares añadidos' o ‘Cero por ciento en grasas saturadas'. "Ciertas personas piensan que son alimentos sin valor energético (sin calorías) e, incluso, ¡que tienen poder adelgazante!"

Desconocer conceptos básicos sobre nutrición.

"La persona que quiere perder peso debe educarse para comprender qué grupos de alimentos debe consumir en mayor o menor medida y por qué. Lo ideal es que el menú esté compuesto por un primer plato en el que los protagonistas sean las verduras, legumbres y hortalizas; un segundo en el que se de paso a los huevos, pescados o carnes pudiendo combinarlos entre sí con arroces, pastas o patatas como guarnición; y se finalice con un postre en forma de fruta, preferiblemente fresca o un lácteo desnatado. También hay que prestar atención para que los métodos de preparación sean sencillos". Y tú, ¿cuánto sabes sobre nutrición? ¡Ponte a prueba!

Llevar una vida sedentaria.

"La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en todo el mundo según la Organización Mundial de la Salud, y se relaciona con multitud de enfermedades crónicas: hipertensión arterial, diabetes, colesterol, dolor lumbar y cervical, asma, bronquitis... Todo plan de pérdida de peso debe incorporar siempre un plan de ejercicio físico adaptado".