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Cómo levantarse de la cama con buen pie

Suena el despertador, y la primera idea que se nos viene a la cabeza es pesimista. Otro día más, no has dormido lo suficiente, y tal vez también te falta la motivación para enfrentarte al día. ¿Es esto necesario? No. Te mostramos las claves para afrontar el levantarse de la cama cada mañana como lo que es, un acto pequeño e insignificante para algo tan importante como lo sois tú y tu día, y como siempre desde Piquio.com, con optimismo.

Lo principal para levantarse bien, es haber dormido bien, por supuesto. Nuestro cerebro reduce su actividad mientras dormimos, así como la respiración y el tono muscular. Por eso mismo, por mucho sueño que tengas, no debes dormirte pensando en algo que te estrese, en tus quehaceres o en tu vida cotidiana. En cuanto te tumbes en la cama, todo lo demás no importa; desconecta y deja la mente en blanco. Es bueno leer o escuchar música antes, para desconectar con más facilidad.

Lo más seguro es que te despierte el sonido de tu despertador. Muchas veces asociamos ese sonido a un recuerdo desagradable cuando lo escuchamos más tarde, por eso no debes ponerte una canción que te guste mucho, ¡si no quieres acabar odiándola! Pero puedes evitar esto. Si quieres, ponte de despertador una canción muy alegre, algo que te haga gracia, o que te haga sonreír. Proponte que debes despertar con un recuerdo gracioso o alegre. Una canción ridícula, graba la risa de algún conocido... Puede parecer extraño, pero si te hace levantarte con alegría, merece la pena.

Después de que apagues el despertador, tómate tu tiempo. Puedes ponerlo unos minutos antes de la hora en la que te deberías despertar, cinco minutos máximo. Esos cinco minutos, o incluso menos, te parecerán horas mientras te relajas y te mentalizas para afrontar tu día. En esos minutos, abre los ojos lentamente y frótatelos, y piensa en todas las cosas buenas que te rodean: La familia, los amigos, la salud, la naturaleza, las buenas personas. Piensa en que este podría ser un día importante, levántate siempre con la sensación de que va a pasar algo grandioso.

Después aprovecha para realizar unos sencillos estiramientos durante cinco minutos. Con la espalda apoyada en el colchón, estira brazos y piernas todo lo que puedas, mueve las puntas de los pies hacia arriba y hacia abajo y abre y cierra las manos, acompañando estos estiramientos con la respiración adecuada: Respira profundamente por la nariz hasta llenar tus pulmones y expulsa el aire por la boca. De este modo calentarás los músculos y además oxigenarás correctamente tus pulmones y estarás listo para levantarte.

Salir de la cama ¿de cualquier manera? Ni mucho menos. Todo tiene su ciencia: no debemos levantarnos directamente de la posición tumbado de espaldas, es el peor movimiento que se puede ofrecer a nuestro lumbago, ya que lo sometemos a una sobrecarga extrema. Debemos girarnos de costado, y después ayudándonos con el brazo, nos incorporaremos y nos sentaremos en el borde de la cama. Después con los dos pies apoyados en el suelo ya estamos listos para salir de nuestra cama, con las pilas bien cargadas de energía.

¡Abre las ventanas y ventila! Mira la calle y piensa que el mundo está esperando a que te vistas y salgas a la calle.

Desayuna bien. No hace falta que desayunes mucho, es mejor que sea algo ligero pero energético. No tengas prisa, el desayuno es la comida más importante del día. Concéntrate en comer y no en lo que tengas que hacer después, o en la hora que sea. Recuerda que para esto es importante saber bien a qué hora debes poner el despertador para no ir con prisa; tampoco queremos que llegues tarde.

Fuente: http://salud.ideal.es/grupo-lo-monaco/1055-levantarse-de-la-cama-con-buen-pie.html