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Huir del desánimo

La falta de motivación, la falta de objetivos, la sensación de obligación, la desgana... ¿Habías empezado un proyecto, pero cada vez te tienta más el desistir? El desánimo, ese es el problema. Uno de los mayores problemas que nos afectan hoy en día y uno de los más graves retos a los que enfrentarse, aunque no lo parezca. Hoy te guiamos en tu camino para encontrar la motivación otra vez.

Nosotros, como personas somos capaces de superar cualquier cosa. Tú, como persona también, eres capaz de hacer cualquier cosa que te propongas. ¡Lo eres! El único problema que se te puede presentar a la hora de realizar lo que te propongas, es tu actitud. Y claro está, también puedes cambiar eso.

La idea de que en España el trabajo es visto como una obligación que es mejor quitarse de encima cuanto antes, en vez de en la tarea a la que dedicarle todo nuestro esfuerzo y entusiasmo, está bastante extendida. Esta actitud ante el trabajo, aunque comprensible, no es del todo correcta. Tu objetivo puede ser lo que tú quieras. Si lo conviertes en una obligación, lo vivirás como tal.

Pon en práctica los siguientes puntos en tu día a día, sin rendirte, empezando por las cosas pequeñas.

Se activo: Haz ejercicio, muévete, interactúa con la gente que trabaja contigo, aun cuando solo se trate de visitar amigos y salir de paseo con seres queridos, es importante que hagas algo que pueda distraerte mientras recuperas la fortaleza.

Proyecta lo que quieres ver a tú alrededor: Si el motivo principal de tu desánimo es la falta de simpatía por parte de los que te rodean, haz tú el primer cambio. Practica la sonrisa diaria, sé amable incluso cuando la gente a tu alrededor se vea apagada o distante. Al mal tiempo, buena cara. Eres la primera ficha del dominó, y más pronto de lo que imaginas, la gente de tu entorno te verá como una figura cercana y positiva entre tanta negatividad, y afectará positivamente en ellos.

Visualízate en la meta: Detente un minuto e imagínate en el podio ya con la medalla del triunfo entre tus manos. La meta todavía está en el mismo lugar esperando que vayas por ella y, aun todavía cuando se haya alejado un poco, si te vuelves a meter en la carrera la alcanzaras. Cuando todo parece salir mal, esto debe darte suficiente fuerzas y ánimo para dejar atrás todo error y fracaso y volver a intentarlo una vez más.

Haz de la rutina un arte: Esto es difícil de explicar, ya que el poder de convertir lo rutinario en algo bonito está en ti, y para cada persona consiste en algo diferente. La clave está en ver las cosas con una nueva perspectiva. Por ejemplo, haz de cada trayecto hasta el trabajo algo entretenido. Escucha música, mira a tu alrededor, date cuenta de las cosas buenas que te rodean. También el ver las cosas con una nueva perspectiva incluye el enfoque positivo de las cosas. Trata de emocionarte con lo que haces. Esfuérzate más, trata de darle la vuelta a las cosas que haces normalmente, dales un enfoque alegre o artístico. De todas las cosas se pude hacer arte.

Planifica y organízate: Planifica tu semana y tu trabajo. Pon orden, elabora los pasos para alcanzar tu meta y síguelos. El orden en nuestras vidas siempre nos ayuda a ver las cosas claras. Levántate cada día con un nuevo objetivo. Imponte algo, empieza con cosas pequeñas. Por ejemplo, el levantarse antes para hacer ejercicio. Poco a poco acabarás dándote cuenta de que aquello que te proponías y que parecía imposible, no es tan difícil.

Ten en cuenta siempre que no hay un techo. Abre tu mente y elimina las barreras. Puede que lo que haces ahora no te haga sentir demasiado realizado, pero no es el final. Si te esfuerzas y te lo propones, esta será solo una parada más hacia tu trabajo soñado o tu objetivo final. Nunca hay un punto final, y nunca es demasiado tarde

¡Tú puedes!

Fuente: http://www.actitud30.com/2012/04/consejos-para-vencer-el-desanimo.html