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Cromoterapia

La cromoterapia o terapia del color

Según la medicina alternativa, la influencia de los colores sobre el estado de ánimo está demostrada y estudiada por numerosos científicos. Todo esto viene de antiguo pues ya Hipócrates usaba ungüentos y bálsamos de diferentes colores y el médico árabe Avicena, en el siglo IX escribió sobre las propiedades del color en el tratamiento de las enfermedades. Aunque durante unos siglos la cromoterapia estuvo olvidada, en el siglo XVIII científicos y filósofos se interesaron por ella y en el siglo XX empezó a utilizarse de nuevo con fines terapéuticos.

Las tonalidades influyen directamente sobre el espíritu porque cada color tiene vibraciones que afectan al estado psíquico y físico. Cuando vemos un color sentimos y nos retrotraemos a situaciones vividas o sentidas. Debido a todo esto la cromoterapia, asegura que los colores ejercen influencias emocionales en las personas, permitiendo generar un estado que facilite la sanación de enfermedades y restablecer los desequilibrios que producen dichos padecimientos.

En cromoterapia, cada color tiene un significado determinado y definido. Cada color emite unas vibraciones características que nos llegan de distinta manera y producen efectos diferentes. El tono que se utiliza es importante, pero también lo es dónde se utiliza.

Los colores influyen directamente en las personas y la idea de utilizarlos de manera terapéutica es, precisamente, para que contribuyan en el equilibrio perdido a causa de padecimientos físicos, emocionales o mentales. Los expertos diferencian varios tipos de cromoterapia pero básicamente la podemos clasificar en:

La Cromoterapia luminosa. Consiste en proyectar unos rayos de color luminosos que se obtienen por el paso de una luz blanca que atraviesa unos filtros. Estos filtros seleccionan en la franja visible unas longitudes de ondas precisas que el ojo percibe como "colores".

La Cromoterapia molecular utiliza las mismas longitudes de ondas que la Cromoterapia luminosa "coloreada", pero las que provienen de la materia y no de la luz.

Tratamiento

Una habitación completamente blanca es perfecta para la cromoterapia, pues se puede proyectar cualquier color llenando la estancia, bañándonos completamente en la luz del color elegido. También se puede utilizar el color deseado en una zona concreta del cuerpo. Suele aplicarse una sesión diaria de unos 30 minutos. Tras 15 días de tratamiento empiezan a notarse sus efectos.

Otra terapia utiliza envases de cristal de colores o forrados de papel celofán del color necesario. Se llenan de agua y se dejan al sol durante unas pocas horas antes de ser bebidas

El tratamiento debe aplicarse con el mínimo de ropa o vestido con tejidos naturales, preferiblemente seda de color blanco.

Uso de cada uno de los principales colores:

Los colores del bienestar son los claros.

El blanco genera una sensación de silencio, se asocia culturalmente a la honradez, la verdad, lo puro. La historia lo vincula a lo divino.

Amarillo: Considerado un color purificante, recuerda la luz del mediodía. Despierta el optimismo, lo divertido, lo positivo. También actúa como antiséptico.

Naranja: Se asocia a la armonía, lo cálido, lo íntimo. Para los chinos es la perfección y la felicidad. También se utiliza para tratar desequilibrios energéticos en los riñones.

Dorado: Es pura luz. Transmite la idea de eternidad, felicidad, trascendencia. Simboliza lo permanente, lo eterno.

Verde: Transmite relajación, tranquilidad, seguridad, disminuye las tensiones.

Rojo: Es alegría y representa al verano. La cultura china lo reconoce como felicidad. Se utiliza para rituales de amor, pasión, sexualidad, energía, fuerza ante adversidades, ganas de luchar, etc. En los gimnasios de fitness es un color que predomina en la decoración de las zonas de ejercicio cardiovasculares dado que está demostrado que da energía.

Violeta: Representa al invierno, conexión con la espiritualidad, la mente. Se utiliza en rituales de meditación, imaginación, intuición, para aliviar desordenes mentales.

Magenta. Solo es posible formarlo con combinaciones de luces. Exactamente por debajo de la frecuencia del ultravioleta, la luz magenta activa los chakras más superiores. A nivel bioenergético, actúa sobre los desequilibrios que pueden derivar en enfermedades graves. Es Utilizado para tratar los aspectos emocionales de la persona, en casos de sinusitis, zumbido de oídos, quistes benignos y desprendimiento de retina. También ayuda a eliminar el desorden de nuestra vida.

Celeste: Es positivo, invita a mirar hacia dentro. A su vez es calmante por lo cual reduce el dolor. También se utiliza en el tratamiento del cansancio psíquico y del estrés, miedo, palpitaciones e insomnio.