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Jordania

Tipos de personas según lo que opinan de las vacaciones que has escogido

Por Mateo Sancho


Esta semana me he sacado los billetes para las vacaciones de julio. Y ya me he arrepentido de compartir con la gente de mi alrededor mi decisión de destino. Desde hace años vengo observando que las vacaciones se han convertido en una pantalla donde se proyectan los orgullos, los complejos, las obsesiones y la competitividad de muchísima gente. Quizá sea el efecto exhibicionista/envidioso de Facebook o la globalización que obliga a la búsqueda desesperada de lo auténtico, pero cada vez que voy/vengo de viaje se repite el patrón con este tipo de personajes que se entrometen en tu plan vacacional sin pudor, con una aparente buena intención envenenada. Por sus obras los conoceréis:

a) El que ya ha estado y se empeña en que yo calque exactamente su viaje.

A la ida me insiste en cuál es el itinerario a seguir, dónde comer y evitar los lugares más turísticos, sin darse cuenta de que justamente ese sitio tan turístico es el que no me quería morir sin ver. Agradezco su buena intención, pero sin pasarse.

b) El que ya ha estado y a la vuelta te hace el examen de lo que has visto y lo que no, haciendo hincapié en que te perdiste lo que para él fue el momento más especial de todo el viaje: la mendiga que le invitó a tomar una sopa en su casa y entonces descubrió la verdadera esencia de ese destino y/o el pueblo remoto en el que acabaron cuando se equivocaron de carretera. Es compatible con A.

c) El que ya ha estado pero "cuando no era nada turístico". Apenas había hoteles, se dejó la mitad de dinero que tú en ese mismo recorrido y, además, estuvo solo contemplando el Machu Picchu o incluso trazó con sus propias manos las líneas de Nazca hace miles de años. Ahora ya nada es lo mismo. Compatible con A y B.

d) El que ya estuvo y te pidió una especia absurda en una tienda perdida por culpa de la cual perderás todo el día e incluso te pondrán problemas en la aduana. Nunca más la volvió a encontrar y es un sabor que le trae tantos recuerdos... Vamos, hombre.

e) El que te dice: "Joé, ¡cómo vivimos! ¿El periodismo no estaba en crisis?". Te lo dice, claro, el que come todos los días fuera porque no sabe hacerse un huevo frito, se acaba de comprar un iPhone6 Plus y celebró su boda con 200 invitados. Este va por libre.

Sumado a esta base tan molesta, confesaré que el destino elegido este año ha sido Jordania, que además tiene estos accesorios especiales:

a) El que te dice "Yo a esos países no voy, que son muy peligrosos". No importa que Europa sea ya desde hace tiempo el principal target de ISIS.

b) El que dice "¿A Jordania en verano? ¿Tú estás loco? Te vas a morir de calor", como si Madrid y Nueva York fueran Suecia o estuvieran en el hemisferio sur. Compatible con A.

c) El que, con los billetes ya comprados, te dice "Yo antes que a Jordania iría a Egipto o a Israel".

d) El que te dice "¿Pero qué se te ha perdido a ti en Jordania?".

e) El que dice "Petra está muy bien, pero Petrita es lo que te va a maravillar".

f) El que dice que el Mar Rojo es un poco Gandía.

g) El que dice: "Pero si sois gais. Os van a matar". Gracias, no lo habíamos pensado.

Así que, nada. Ya os contaré si me muero de calor, debido a un ataque terrorista o lapidado con otros compañeros homosexuales. Si es mejor Petrita que Petra o si vengo con idea de proponer a alguna tele un Aqaba Shore. Si tenemos la suerte de encontrarnos una mendiga jordana que nos sirva un té o incluso perdernos en el desierto y encontrarnos una duna ignota. En realidad, yo con descansar y ver algo distinto a lo que acostumbro pensaba conformarme.

Fuente: http://www.revistagq.com