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Genes

Los mismos genes nos hacen felices o tristes

Uno de los grandes debates que existen en la psicología es el que enfrenta a los que defienden que la personalidad de los seres humanos se forma en gran medida por el ambiente en el que se crece frente a los que piensan que nuestras maneras vienen determinadas sobre todo por los genes.

Estos últimos defensores aseguran que si tenemos depresión de adultos es porque así está escrito en nuestro código genético: da igual que tengamos unos padres que nos quieran y nos ayuden a progresar o crezcamos en un ambiente positivo.

Un nuevo estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Oxford (Inglaterra) pone en duda este tipo de afirmaciones genéticas. En especial, en el tema de la depresión o de la felicidad. Porque según han descubierto, los genes que controlan estos dos estados son los mismos: una persona alegre tiene exactamente el mismo perfil de ADN que una persona triste. (El ADN de cada persona es único y los genes que controlan la química neurológica aunque sean los mismos no son iguales en diferentes personas, de modo que se activan por causas diferentes según cada individuo.)

"Si tienes estos genes y creces y sufres en un ambiente negativo, es muy probable que desarrolles respuestas depresivas ante los problemas y estrategias cognitivas que lleven al desarrollo de trastornos emocionales", asegura la psicóloga Elaine Fox, una de las autoras de la investigación. "Pero si por el contrario creces en un ambiente positivo, es probable que desarrolles estrategias cerebrales que conduzcan a la estabilidad emocional", asegura.

Para llegar a esta conclusión, Fox y su equipo estudiaron las conclusiones de varios experimentos llevados a cabo. Y no solo defienden que el ambiente en el que uno crece es más importante de los genes, sino que también aseguran que en la génesis de los trastornos mentales siempre aparecen problemas cognitivos, como malas estrategias de juicio, falta de habilidades sociales, o la incapacidad para ver un problema en todo su conjunto.

En el estudio, publicado en la revista Molecular Psychiatry , se asegura que las personas con una sensibilidad especial a lo que les rodea pueden ser o bien muy felices o bien muy desgraciados, dependiendo del ambiente en el que hayan sido educados.

Los investigadores esperan ahora poder ayudar alas personas que tiene depresión mediante un enfoque doble: enseñándoles a realizar juicios correctos sobre las cosas que ocurren en su vida y a animarles que busquen ambientes positivos. Para estos psicólogos, esa la fórmula de la felicidad. O al menos, la de la estabilidad emocional.

Fuente: http://wtb-noticias.tumblr.com/